Evaluación de la cadena de frío existente

Necesidades operacionales

Las necesidades operacionales están determinadas básicamente por el tipo de servicio que se pretende cubrir y la capacidad de almacenamiento requerida. Debido al nivel de inversión y a la importancia estratégica de la cadena de frío, es importante aplicar una visión a largo plazo y planificar las necesidades para los próximos 5-10 años.

Es importante determinar la función de la instalación de almacenamiento dentro de toda la cadena de suministro de las vacunas y decidir si el lugar necesitará o no producir paquetes refrigerantes para la extensión de servicios, campañas de vacunación masiva o el suministro recurrente de vacunas a otros lugares. Esto se debe principalmente a que los paquetes refrigerantes no deben almacenarse en el mismo compartimiento que las vacunas. Por lo tanto, en caso de que se utilicen de forma habitual paquetes refrigerantes, las instalaciones deberían utilizar ya sea dispositivos de doble compartimiento, o dos dispositivos separados: uno para almacenar las vacunas y otro para almacenar los paquetes refrigerantes. En este último caso, los refrigeradores pequeños de apertura frontal o las combinaciones de refrigerador/congelador son más útiles para los centros de salud, donde se necesita un fácil acceso a las vacunas y un compartimiento de congelación independiente para los paquetes de hielo. La solución de refrigeración elegida deberá tener la capacidad de almacenar el número necesario de vacunas y producir la cantidad necesaria de paquetes refrigerantes.

Compruebe la información anterior sobre la estimación de la capacidad de almacenamiento necesaria para determinar las necesidades y, a continuación, el tamaño adecuado del dispositivo para cada instalación.

Hay que tener en cuenta que la capacidad de los refrigeradores oscila aproximadamente entre 30 y 200 litros de volumen neto para almacenamiento de vacunas. En el caso de instalaciones de almacenamiento con una capacidad requerida que exceda de un número considerable de refrigeradores, una cámara frigorífica podría ser una solución menos flexible pero más eficiente. Las cámaras frigoríficas (CF) y las cámaras de congelación (CC) son recintos refrigerados a los que se puede acceder a través de, al menos, una puerta y que tienen tamaño suficiente para que una persona pueda entrar en ellas, y que están dentro de edificios ya existentes. Tenga en cuenta que las CF y las CC son refrigeradores de tipo compresión y requieren un suministro de energía fiable.

Las CF y CC son un importante punto de almacenamiento en la cadena de suministro con temperatura controlada y suelen utilizarse a nivel central o nacional o cerca de los puertos de embarque para la importación/exportación de vacunas. Para obtener información completa sobre cómo elegir las cámaras frigoríficas (CF) y las cámaras de congelación (CC) correctas, consulte las directrices de adquisición de UNICEF para cámaras frigoríficas y cámaras de congelación.

Los refrigeradores y congeladores con apertura superior (también conocidos como refrigeradores y congeladores tipo cofre o arcón) son la primera opción para el almacenamiento de vacunas a granel en lugares donde no está justificado el uso de cámaras frigoríficas o de congelación.

Contexto e infraestructura disponible

El contexto donde se utilizan y la infraestructura disponible influirán en el acceso a las diferentes fuentes de energía, la posibilidad de utilizar dispositivos solares, y el espacio disponible y las condiciones para ubicar el equipo de la cadena de frío.

Fuentes de energía accesibles

Es de suma importancia asegurar la fiabilidad de la fuente de energía para la cadena de frío activa: red eléctrica, solar, queroseno o butano. Tener acceso a una electricidad fiable respaldará el uso de los dispositivos alimentados por electricidad ─como los RRH y los congeladores conectados a la red─ ya que tienen un costo total de propiedad más bajo que los dispositivos solares o pasivos para la misma cantidad de almacenamiento.

Las instalaciones no conectadas a la red eléctrica deben utilizar dispositivos que puedan generar su propia energía (como los SDD), dispositivos que puedan mantener frías las vacunas durante largos períodos de tiempo sin energía (como los dispositivos pasivos de larga duración) o refrigeradores de tipo absorción (como los refrigeradores de butano o queroseno). La adquisición de estos dispositivos suele costar mucho más que la de los dispositivos conectados a la red eléctrica, y sus costes de funcionamiento y mantenimiento tienden a ser más elevados que los de los dispositivos alimentados por electricidad. Por lo tanto, es de gran importancia asegurar una financiación continua durante toda la vida útil del equipo.

La elección de los dispositivos debe tener en cuenta el número de horas de electricidad a las que una instalación puede acceder por día, y la duración de los cortes de electricidad que experimenta. La OMS y UNICEF recomiendan que todos los almacenes principales de vacunas estén equipados con un generador de arranque automático, independientemente de la fiabilidad del suministro de la red eléctrica.

Los dispositivos solares son adecuados para las instalaciones con suficiente energía solar disponible en los lugares de instalación: básicamente, suficientes horas de sol durante todo el año y un entorno despejado sin edificios o árboles alrededor. Tenga en cuenta que las zonas montañosas y las regiones costeras pueden tener microclimas donde abunden los días nublados. En estos casos, la opción de la tecnología solar será limitada y su implementación requerirá un diseño cuidadoso para asegurar un rendimiento adecuado. Además, se aconseja contar con un proveedor de servicios solares capaz de prestar todos los servicios necesarios, incluidas las evaluaciones del emplazamiento, la instalación de los equipos, la formación, el mantenimiento correctivo y la reparación.

La figura siguiente, obtenida de la OMS, Introducing Solar-Powered Vaccine Refrigerator And Freezer Systems, A Guide For Managers In National Immunization Programmes (Introducción a los sistemas de refrigeración y congelación de vacunas alimentados con energía solar, una guía para administradores de programas nacionales de vacunación), presenta un diagrama de árbol para orientar la selección de la fuente de energía más apropiada para la refrigeración de las vacunas:

Decision Tree

 

Espacio disponible

Las cámaras frigoríficas son elementos voluminosos y se debe considerar al elegir el modelo si este encajará en el lugar asignado (incluyendo la altura), dejando espacio suficiente para el acceso y la ventilación. Algunas son prefabricadas, lo que permite montarlas de cualquier forma y tamaño, con una instalación rápida y fácil que puede ser aplicada en cualquier contexto. Para obtener más instrucciones sobre la instalación y preparación de las cámaras frigoríficas y las cámaras de congelación, siga las directrices de adquisición de UNICEF para cámaras frigoríficas y cámaras de congelación.

Los refrigeradores y congeladores están disponibles en varias formas y tamaños. Los refrigeradores y congeladores con apertura superior, aunque son la primera opción para el almacenamiento de vacunas a granel, ocupan más espacio de suelo por litro de vacuna que los modelos de apertura frontal. Los refrigeradores de apertura frontal o las combinaciones de refrigerador/congelador son más fáciles de acomodar en espacios reducidos y ofrecen un acceso más fácil a las vacunas.

Rango de temperatura de funcionamiento

Es importante tener en cuenta, como parte de los criterios del entorno donde va a ser instalados los aparatos, el rango de temperaturas ambientales en las que puede funcionar el refrigerador o el congelador. Esta información debe ser proporcionada por el fabricante. Aunque como estándar el rango suele estar entre +5 °C y +43 °C, algunos modelos tienen una temperatura ambiente máxima de funcionamiento de +32 °C.

Soporte y estandarización

Por regla general, cuando sea posible y si las evaluaciones muestran que la cadena de frío está bien gestionada y que los procedimientos de vigilancia de la temperatura son fiables, es conveniente seleccionar un equipo con tecnología similar al que ya existe. Esto tiene ventajas operativas obvias.

Es importante para la sostenibilidad de las instalaciones de almacenamiento tener acceso a un soporte técnico profesional de instalación y mantenimiento en el país, incluida la disponibilidad de piezas de repuesto. En este sentido, la garantía del dispositivo y un soporte posventa del proveedor son fundamentales.

Consideraciones medioambientales

Los criterios medioambientales también deben tenerse en cuenta al elegir los equipos de la cadena de frío. Los refrigeradores de tipo compresión están cargados con un fluido refrigerante. Los fabricantes seleccionan refrigerantes adaptados a las temperaturas de funcionamiento especificadas. El tipo de refrigerante utilizado ha evolucionado con las crecientes preocupaciones medioambientales. Hasta hace poco, el uso de clorofluorocarbonos (CFC) estaba muy extendido, pero en 1987 el Protocolo de Montreal restringió su uso debido a su efecto sobre la capa de ozono. Los CFC fueron sustituidos por hidrofluorocarbonos (HFC), como el R134a, un refrigerante popular que se utiliza actualmente pero que todavía tiene un alto potencial de calentamiento global (PCG). Se espera una reducción del uso de HFC y, progresivamente, la nueva producción de instrumentos de refrigeración se limitará probablemente a los refrigerantes de hidrocarburos (HC). Los refrigerantes de HC, como el R600 o el R600a, conocidos como gases verdes o naturales, tienen un valor de PCG aproximadamente igual al del CO2, pero son extremadamente inflamables.

Costo total de propiedad (CTP)

Cualquier lugar de almacenamiento de vacunas requerirá un nivel considerable de inversión para su adquisición, instalación, funcionamiento, mantenimiento, renovación y desmantelamiento. Comprender los costes de la adquisición y el mantenimiento del equipo de la cadena de frío a lo largo del tiempo es fundamental para la planificación y la sostenibilidad de las instalaciones de almacenamiento de vacunas. Para tomar la decisión adecuada cuando se seleccione el equipo, se debe considerar el costo total de propiedad del equipo de la cadena de frío.

Los electrodomésticos, aunque son más baratos y están disponibles localmente, se consideran inadecuados para el almacenamiento de vacunas, especialmente en climas cálidos. Las recomendaciones de la OMS al respecto son las siguientes:

  • Las neveras domésticas estándar sólo deben utilizarse para vacunas a nivel periférico y solo si se utilizan botellas de agua para mejorar la estabilidad de la temperatura. Esto es especialmente cierto en los climas cálidos. Los refrigeradores domésticos no son adecuados para el almacenamiento de vacunas porque no están diseñados para mantener el rango de temperaturas requerido y se calientan rápidamente cuando falla el suministro de electricidad.
  • Los congeladores de cofre domésticos no deben utilizarse para almacenar vacunas, pero pueden ser adecuados para congelar paquetes de hielo.

Otras razones técnicas para evitar el uso de refrigeradores domésticos para almacenar productos farmacéuticos termo-sensibles son: su aislamiento más ligero y la regulación imprecisa de la temperatura, la heterogeneidad de las temperaturas en diferentes zonas del interior del contenedor y las variaciones de temperatura en caso de descongelación automática.

El concepto del costo total de propiedad (CTP) se refiere a todos los costes asociados con la propiedad y el funcionamiento de una unidad del equipo durante toda su vida útil. Ayuda a evaluar una decisión de compra basada en los costes globales de la propiedad y el funcionamiento de un equipo durante su vida útil o un período de tiempo determinado. El costo total de propiedad se calcula sumando los costes de capital y los gastos de funcionamiento.

Los costes de capital son gastos en los que se incurre una sola vez en el momento de la compra. Incluye: los costes del equipo, las piezas de repuesto recomendadas, el transporte dentro del país, el kit de instalación y la mano de obra de instalación.

Los gastos de funcionamiento son los costes recurrentes durante la vida útil del equipo. Esto incluye el coste de la energía (electricidad, gas, queroseno), el mantenimiento, las reparaciones y la retirada del servicio, además de los costes de funcionamiento y de formación del personal.

Teniendo en cuenta que los dispositivos que pueden generar su propia energía, como los SDD, suelen ser mucho más costosos de adquirir que los dispositivos conectados a la red eléctrica y que los refrigeradores de tipo absorción suelen tener costes de funcionamiento más elevados, un primer paso en el proceso es comparar los costes de las diferentes tecnologías adecuadas para el lugar.

Una vez que se haya tomado una decisión sobre la tecnología, será pertinente realizar una comparación de los modelos. Compare el precio unitario, la vida útil, la frecuencia del mantenimiento requerido y las características técnicas individuales del dispositivo, como por ejemplo:

  • Tiempo de conservación del frío dentro de los límites en caso de apagón para los refrigeradores RRH basado en la fiabilidad de la energía de una instalación.
  • Tiempo de autonomía para los dispositivos SDD basado en factores climáticos regionales.
  • Capacidad del congelador para la producción de paquetes de hielo.
  • Facilidad de uso, incluyendo:
    • Legibilidad y accesibilidad de los paneles de control y las pantallas para un trabajador sanitario
    • Uso de estantes, cajas o cajones para almacenamiento interno como ayuda para organizar las vacunas y separar otros medicamentos que se almacenan en el dispositivo.
  • Integración del estabilizador de tensión.

Para evaluar las opciones del equipo de la cadena de frío desde el punto de vista de los costes, se aconseja utilizar la herramienta «PATH Total Cost of Ownership». La herramienta permite a los usuarios explorar los costes de capital y de funcionamiento asociados a las diferentes categorías de tecnología de los equipos de cadena de frío, así como comparar los costes de los modelos específicos dentro de una misma categoría de tecnología o entre múltiples tecnologías.

Para obtener más información sobre cómo elegir el equipo de cadena de frío correcto, consulte la guía de tecnología para equipos de cadena de frío de GAVI.