Contenedores adecuados para el transporte de vacunas

Hay varias alternativas para el envío de carga termo sensible:

Contenedores refrigerados (multimodales)

Un contenedor refrigerado (multimodal) es un contenedor de transporte marítimo equipado con una unidad de refrigeración integrada para el transporte de carga sensible a la temperatura. Dependen de la energía eléctrica externa proporcionada por el barco, el muelle o el remolque. Este tipo de contenedores es adecuado para los envíos a gran escala y cuando el viaje requiere un cambio de modo de transporte (es decir, carretera-mar-carretera). Normalmente es para largas distancias.

Este tipo de envío raramente se utiliza para el transporte de vacunas. Para las largas distancias o los movimientos intercontinentales, las vacunas suelen enviarse por transporte aéreo en contenedores de almacenamiento en frío, alimentados de forma activa o mantenidos fríos de forma pasiva. Por lo tanto, no se aconseja el uso de contenedores multimodales refrigerados para el transporte de las vacunas.

Vehículos refrigerados

Un vehículo refrigerado es una furgoneta o camión con un compartimiento de carga térmicamente aislado, equipado con un sistema mecánico de refrigeración para el transporte de la carga por carretera a temperaturas específicas.

Estos vehículos se utilizan para el transporte a gran escala de las vacunas desde el fabricante hasta los almacenes principales/centrales y, en cierto contexto, para el transporte a granel entre los almacenes principales/centrales y los secundarios. Los vehículos refrigerados suelen estar gestionados por operadores logísticos especializados.

No obstante, el alto coste de los vehículos refrigerados y su tendencia a sufrir averías mecánicas, han impedido que muchos países en desarrollo utilicen este método de transporte para el suministro regular. Además, cuando se utiliza un vehículo refrigerado en estos contextos, se recomienda prever algún sistema de embalaje en frío para proteger las vacunas en caso de avería del vehículo.

Dado que algunas cajas de frío, si se cargan adecuadamente, mantienen el frío durante suficiente tiempo como para cubrir las necesidades de transporte a nivel nacional, también se desaconseja el uso de vehículos refrigerados para el transporte a granel de las vacunas si no se dispone de una infraestructura fiable.

Contenedores de vacunas portátiles pasivos

Un contenedor de vacunas portátil pasivo es un contenedor que mantiene un ambiente de temperatura controlada dentro de un recinto aislado, generalmente sin regulación termostática, utilizando paquetes de hielo congelado, paquetes de hielo acondicionado, paquetes de agua fría o caliente. En esta guía, se incluyen porta-vacunas y cajas de frío con aislamiento reutilizables, así como cartones con aislamiento de un solo uso. Debido a los diferentes modelos disponibles, su versatilidad y su coste, son los contenedores más utilizados para el transporte de las vacunas.

Hay tres tipos principales de contenedores portátiles: cajas de cartón con aislamiento desechables, cajas de frío y porta-vacunas.

Los fabricantes utilizan cajas de cartón con aislamiento desechables para enviar sus vacunas a todo el mundo. Deben cumplir con ciertas normas. Suelen mantener el frío durante un máximo de 4 días.

Para el transporte aéreo internacional se utilizan tres categorías de envases de vacunas (que se enumeran a continuación en orden decreciente de volumen):

Clase A

El embalaje está diseñado para asegurar que la temperatura de la vacuna no exceda de +8 °C durante un periodo mínimo de 48 horas a una temperatura ambiente de 43 °C.

Clase B

El embalaje está diseñado para asegurar que la temperatura de la vacuna no exceda de +30 °C durante un periodo mínimo de 48 horas a una temperatura ambiente de 43 °C. También debe evitar que la temperatura de la vacuna caiga por debajo de +2 °C durante un mínimo de 48 horas a una temperatura ambiente de -5 °C.

Clase C

El embalaje no proporciona una protección específica contra las altas temperaturas. Sin embargo, debe evitar que la temperatura de la vacuna caiga por debajo de los +2 °C durante un periodo mínimo de 48 horas a una temperatura ambiente de -5 °C.

Según sus dimensiones y su manipulación, los contenedores de vacunas con aislamiento pueden ser: 1) un cartón de transporte con aislamiento individual o 2) un contenedor de palés. Se recomienda que cada caja con aislamiento pese menos de 50 kg para asegurar la facilidad de manipulación durante el transporte, ya que con frecuencia se cargan y descargan manualmente. Los contenedores de palés llevan incorporada una plataforma de palés de madera o plástico para permitir el manejo y el transporte con carretilla elevadora o equipos de manejo de palés. Los contenedores de palés generalmente admiten volúmenes más altos de vacunas por unidad. Se recomienda que las dimensiones externas de los contenedores de palés para vacunas no superen los tamaños ISO estándar de los palés (Palé EE.UU. 1200 mm x 1000 mm, Palé Europa 1200 mm x 800 mm 276). La altura del contenedor de palés no debe exceder de 1600 mm.

Debido a las limitaciones de infraestructura y logística en algunos lugares, se aconseja evaluar la capacidad logística en etapas posteriores. En caso de que la capacidad logística sea limitada, es preferible transportar las vacunas en cajas individuales con aislamiento.

Cajas de frío

Los contenedores reutilizables se utilizan generalmente para transportar las vacunas desde un almacén de vacunas fijo a otro, y desde los almacenes de vacunas a los centros de salud. Tienen una capacidad de almacenamiento de vacunas de entre 5,0 y 25,0 litros. Hay dos tipos de cajas de frío:

  • Corta duración: Mantienen el frío durante un mínimo de 48 horas.
  • Larga duración: Mantienen el frío durante un mínimo de 96 horas.

Porta-vacunas

Se utiliza para el transporte de vacunas cuando el tiempo combinado del viaje junto con la actividad de vacunación oscile entre unas pocas horas y un día entero. La capacidad de almacenamiento de los porta-vacunas es de entre 0,1 y 5,0 litros.

Al elegir los medios para el transporte de las vacunas, tenga en cuenta los siguientes factores:

  • La sensibilidad al calor y a la congelación de cada vacuna que se transporta. Si se dispone de ellas, consulte las instrucciones del fabricante para obtener más información sobre la sensibilidad a la temperatura de las vacunas. En cualquier otro caso, consulte How to use passive containers and coolant-packs (Cómo utilizar los contenedores pasivos y los paquetes refrigerantes) de la OMS (Anexo 1).
  • La duración necesaria del frío para mantener las vacunas a temperaturas seguras durante todo el transporte o periodo de extensión. En los periodos de extensión de los servicios de vacunación, el tiempo considerado debe incluir el viaje de ida y vuelta al lugar de vacunación para permitir una gestión segura de las vacunas no utilizadas.
  • La capacidad requerida se basa en el volumen de las vacunas que se va a transportar.

Al seleccionar el contenedor apropiado, el tiempo de transporte debe ser considerablemente menor que la duración del frío en el contenedor. Acontecimientos inesperados como averías del vehículo, errores humanos o descuidos, retrasan a menudo el tiempo de transporte. Cuando la duración del viaje excede la duración del frío en el contenedor, es posible reemplazar los paquetes refrigerantes si es necesario. Se pueden transportar paquetes refrigerantes de reserva en un contenedor independiente o intercambiarlos por paquetes refrigerantes compatibles en un almacén de paso. Por lo tanto, es necesario no escatimar en el número de paquetes de hielo que puede ser necesario preparar.

Paquetes refrigerantes

Una vez que haya tomado la decisión sobre el tipo de contenedor, calcule el número de cajas de frío necesarias. Posteriormente, calcule el número de paquetes refrigerantes y dispositivos necesarios de seguimiento y alerta de la temperatura. Cada contenedor contiene un número específico de paquetes refrigerantes.

En una gestión ordinaria de la cadena de frío, se recomienda que cada caja de frío o porta-vacunas tenga por lo menos dos juegos de paquetes refrigerantes, lo que permite enfriar un juego de paquetes mientras el otro se utiliza en la caja de frío o el porta-vacunas. Obsérvese que normalmente se proporciona un juego de paquetes refrigerantes con cada caja de frío o porta-vacunas adquirido, por lo que es necesario pedir al menos un juego adicional.

El tipo de paquetes refrigerantes debe seleccionarse de acuerdo con el contenedor y las temperaturas requeridas. Lo ideal sería que fueran compatibles con otros paquetes refrigerantes utilizados en el país.

Hay varios tipos de paquetes refrigerantes:

Paquetes refrigerantes llenos de agua

Los más utilizados están disponibles en un contenedor de plástico sólido rectangular de diferentes tamaños. Los más comunes son: 0,3 litros (en dos tamaños diferentes: 173x120x26 mm y 163x90x34 mm), 0,4 litros (163x94x34 mm) y 0,6 litros (190x120x34 mm). Se utilizan para mantener la temperatura en los porta-vacunas o en las cajas de frío reutilizables. La OMS recomienda actualmente el uso de paquetes refrigerantes llenos de agua. El agua potable es segura para este uso y está generalmente disponible. Esto la convierte en la sustancia más práctica para llenar los paquetes refrigerantes porque tanto el agua como el hielo pueden controlar eficazmente la temperatura de la carga de la vacuna, cuando se usan correctamente.

Paquetes de gel

Contenedores de refrigerante sellados y pre-llenados con una mezcla de agua y aditivos. Están disponibles en bolsas de plástico flexible o en contenedores de plástico rectangulares. La OMS no recomienda el uso de paquetes de gel por sus propiedades térmicas (el punto de congelación de algunos paquetes de gel puede ser significativamente inferior a 0 °C) y su menor durabilidad.

Paquetes con material de cambio de fases (PCM)

Contenedores llenados con otros materiales de cambio de fases diferentes del agua. Pueden diseñarse para cambiar de fase en el rango de temperaturas conveniente, evitando el riesgo de congelación de la vacuna asociado al agua congelada. Sin embargo, también son más caros y su proceso de acondicionamiento es más largo y complejo.

Los fabricantes de vacunas envían los productos por transporte aéreo utilizando paquetes refrigerantes de varios tipos y tamaños que contienen diversos materiales de relleno, como agua, gel y PCM. Es una práctica común reutilizar estos paquetes refrigerantes recuperados de los contenedores de transporte internacional. La OMS desaconseja esta práctica, ya que estos paquetes no tienen necesariamente el mismo rendimiento que los paquetes de agua. Además, no están diseñados para un uso repetido y puede que no sean dimensionalmente compatibles con la mayoría de los contenedores pasivos utilizados para la cadena de suministro en el país. Se recomienda que, tras la llegada de las vacunas, estos paquetes se retiren del almacén de vacunas receptor y se reciclen o eliminen de acuerdo con las recomendaciones del fabricante de las vacunas y/o la normativa nacional de gestión de los desechos.