Cadena de frío
Instalación, carga y mantenimiento

Instalación

La instalación del equipo de cadena de frío debe hacerse en el espacio adecuado. El espacio debe ser accesible para la recepción y entrega de las vacunas, suficientemente grande, en buenas condiciones de construcción (tejado, techos, suelos, servicios eléctricos, etc.) y seguro. Puede encontrar información útil en las Guideline for establishing or improving primary and intermediate vaccine stores (Directrices para establecer o mejorar los almacenes de vacunas primarios e intermedios) de la OMS y en la Effective Vaccine Store Management Initiative (Iniciativa para la gestión eficaz del almacenamiento de vacunas) de la OMS y UNICEF.

La cadena de frío no solo se refiere al equipo de refrigeración: también debe tenerse en cuenta el espacio de almacenamiento de los diluyentes, los materiales de envasado, las cajas de frío y los paquetes de hielo. Antes de instalar cualquier equipo activo de la cadena de frío debe completarse una planificación adecuada del espacio de almacenamiento y de todas las operaciones previas necesarias.

El fabricante proporcionará con cada equipo manuales con descripciones claras sobre los procedimientos de instalación, funcionamiento, diagnóstico y mantenimiento. No obstante, algunas de las recomendaciones generales para una instalación adecuada del equipo de la cadena de frío son:

  • No estar expuesto a luz directa del sol, lejos de cualquier fuente de calor (estufa, radiador) y protegido del polvo.
  • El espacio debe tener un volumen mínimo de 20 m3, estar bien ventilado y fresco, si es posible, y respetar siempre el rango de temperaturas ambientales de funcionamiento indicado por el fabricante.
  • Debe quedar espacio libre entre la unidad y una pared, un tabique u otro equipo a fin de permitir la circulación del aire y facilitar el mantenimiento. La distancia de separación debe ser de al menos 25 cm para los refrigeradores de tipo compresión y 40 cm para los de tipo absorción.
  • El refrigerador/congelador debe colocarse sobre bloques o palés para evitar el contacto directo con el suelo, protegerlo de la humedad y aumentar la evacuación del calor.
  • Instálelo horizontalmente para asegurar una buena circulación del fluido de refrigeración.

En el caso de los equipos alimentados por electricidad, es esencial instalarlos de acuerdo con las normas nacionales de instalación de equipos eléctricos. Los dispositivos que no tienen un estabilizador de tensión integrado deben estar protegidos usando un estabilizador de tensión autónomo. Esto es fundamental cuando las fluctuaciones de tensión exceden de ±15 % del voltaje nominal (o la tolerancia de voltaje del fabricante del equipo de refrigeración, lo que sea menor).

Después de la instalación de un refrigerador de tipo compresión, se recomienda esperar 24 horas antes de ponerlo en marcha. Esto es para permitir que la lubricación del aceite del compresor, que pudiera haber quedado en las tuberías durante el transporte, baje hasta el compresor. En caso de arrancar sin esperar, la falta de aceite podría deteriorar el compresor.

Los refrigeradores de tipo absorción deben estar totalmente verticales. Para comprobarlo y ajustarlo, hay una línea de plomada y un nivel de burbuja en el interior de la nevera. El período de espera no es necesario antes de usar un refrigerador de absorción. Puede arrancarse inmediatamente.

Cuando sea posible, y especialmente si no se dispone de capacidad interna, se aconseja subcontratar la instalación del equipo. Esto es especialmente importante cuando se adquieren equipos SDD o cámaras frigoríficas o de congelación. Es recomendable retener el pago total/final de los costes de instalación de la cámara frigorífica hasta que se haya completado satisfactoriamente una prueba integral de puesta en marcha. Las pruebas normales de puesta en marcha deben incluir:

  • Tiempo de enfriamiento: Ponga en marcha la unidad de refrigeración cuando la cámara esté vacía y exista la misma temperatura dentro y fuera de la cámara. Mantenga cerrada la puerta de la cámara frigorífica durante la prueba. Registre el tiempo necesario para que la temperatura interna descienda por debajo de +8 °C. Haga la prueba durante al menos 48 horas.
  • Prueba de funcionamiento: Registre el número de horas que el compresor funciona con la puerta cerrada y la cámara vacía. Controle las temperaturas interna y externa, las temperaturas del evaporador y del condensador, y las presiones del sistema. Mida la diferencia máxima de temperatura en la cámara frigorífica y registre las ubicaciones de los puntos calientes y fríos.
  • Prueba de aumento de la temperatura: Corte el suministro de electricidad a la cámara y mida el tiempo necesario para que la temperatura interna se eleve 5 °C por encima de la temperatura normal de funcionamiento.
  • Pruebas del equipo de control y monitorización: Pruebe el funcionamiento de los equipos automáticos de reparto de tareas, control y monitorización de la temperatura, y de la alarma. Si se utiliza una monitorización de temperatura computarizada, cargue, configure y compruebe el software.
  • Prueba de funcionamiento del generador de reserva: Compruebe la salida de corriente del generador de reserva y el funcionamiento del sistema automático de control en fallos de la red eléctrica. Haga funcionar el generador continuamente durante 48 horas bajo carga.

Para obtener instrucciones detalladas para la instalación de refrigeradores y congeladores, consulte EVM Model Standard Operating Procedures, Consolidated version, with user guide (Procedimientos operativos estándar de los modelos EVM, versión consolidada, con guía del usuario) de la Effective Vaccine Management Initiative (Iniciativa para la gestión eficaz de las vacunas).

Carga

Algunas de las recomendaciones básicas para cargar las unidades de refrigeración con vacunas incluyen:

  • No almacene productos no autorizados (como alimentos o bebidas) en refrigeradores utilizados para el almacenamiento de productos termosensibles. La sobrecarga y la apertura continua reducen el rendimiento del equipo y afectan negativamente a la estabilidad de la temperatura.
  • Mantenga todas las vacunas apiladas en estantes o cestas, no en el suelo.
  • No coloque las cajas juntas ni en contacto con las paredes: deje un espacio entre ellas para dejar circular el aire frío.
  • Tenga cuidado de no almacenar productos sensibles al congelamiento en la parte más fría del refrigerador (en contacto con el evaporador): en la parte inferior para el refrigerador de puerta horizontal/superior y en la parte superior para los refrigeradores de puerta vertical/frontal.
  • No guarde ninguna vacuna en las puertas de los refrigeradores de apertura vertical/frontal.
  • Guarde todas las vacunas en su caja de cartón interior. No debería haber viales sueltos en el almacén.
  • Los productos deben ser rápidamente identificables para reducir el tiempo que se mantiene la puerta abierta. Los nombres y las fechas de caducidad deben estar en la parte delantera y ser legibles en cuanto se abra la nevera.
  • Almacene la vacuna sistemáticamente y mantenga juntos los contenidos de cada lote.
  • Para facilitar la manipulación y reducir el tiempo de apertura de la puerta, implemente una regla de colocación. Como ejemplo, una regla sería: la fecha de caducidad más próxima a la izquierda de la estantería y la más lejana a la derecha. Los productos con fechas de caducidad más próximas salen primero, luego las fechas más lejanas.
  • Si hay suficiente espacio, los diluyentes pueden almacenarse también en el refrigerador. Recuerde que la vacuna producida por un fabricante nunca debe ser usada con el diluyente producido por otro.
  • Cada refrigerador debe estar equipado con un termómetro y otros indicadores obligatorios.

Para más detalles sobre la disposición de las vacunas con normas específicas para el uso de refrigeradores con apertura frontal o superior, lea el documento de la OMS Immunization in Practice: A practical guide for health staff (Vacunación en la práctica: una guía práctica para el personal sanitario).

Mantenimiento

Los equipos de la cadena de frío necesitan mantenimiento y reparaciones periódicas. El mantenimiento debe planificarse desde el momento de la instalación, definiendo un programa regular de tareas básicas que deben realizar los trabajadores de las instalaciones.

Estas tareas regulares deben incluir:

  • Control y monitorización de la temperatura: Esto permitirá revisar el rendimiento del sistema. Revise y registre la temperatura dos veces al día. Una rutina cómoda es hacerlo a primera hora de la mañana cuando se abren las instalaciones y a última hora de la tarde, antes de cerrarlas. Analice la tendencia de las temperaturas registradas e informe e investigue cualquier anomalía.
  • Inspección visual en el interior: Revise semanalmente si se ha acumulado un exceso de hielo en el interior y en la placa del evaporador. El hielo reduce el rendimiento del dispositivo, haciéndole consumir más electricidad, gas, queroseno o energía solar. Siempre que el hielo del revestimiento interior tenga un grosor superior a 5 mm o al menos una vez al mes, descongele la unidad, y limpie y seque el interior del refrigerador y/o el congelador. Compruebe regularmente si hay señales de daños, incluidas la corrosión y deformación del sello de la puerta o la tapa. Lleve a cabo las reparaciones que sean necesarias. Una puerta que no se cierra correctamente o que se abre con demasiada frecuencia son las principales causas de una formación excesiva de hielo.
  • Inspección visual en el exterior: mensualmente limpie y retire el polvo acumulado en la parte posterior del refrigerador y/o congelador (condensador y unidad de refrigeración). El exceso de polvo puede reducir el rendimiento del dispositivo. No permita que se acumulen residuos y embalajes en la zona de almacenamiento de las vacunas. Es esencial mantener un movimiento libre del aire alrededor de las unidades de condensación. Compruebe regularmente si hay señales de óxido y haga las reparaciones necesarias.
  • Inspección visual de la fuente de energía: Mantenga la fuente de energía (red eléctrica, estabilizador de tensión, baterías, panel solar, etc.) de acuerdo con las instrucciones del fabricante.

Para obtener instrucciones detalladas sobre el mantenimiento de los distintos tipos de refrigeradores y congeladores, incluido el procedimiento de descongelación, consulte EVM Model Standard Operating Procedures (Consolidated version, with user guide), de la Effective Vaccine Management Initiative.

Las reparaciones básicas, como la sustitución de los fusibles o la reparación de superficies oxidadas, pueden ser realizadas por trabajadores de las instalaciones. Para ello, la formación del personal es esencial. El proveedor de servicios de instalación puede proporcionar formación in situ en el momento de la instalación del equipo o durante una visita de seguimiento. Otras reparaciones más complejas, como las que afectan al termostato, a los controladores o a la unidad de refrigeración, requerirán un técnico especializado ya sea a nivel local, regional o central. Un elemento importante del plan de mantenimiento es identificar a los técnicos adecuados en uno o varios de estos niveles capaces de realizar reparaciones programadas y de emergencia.

En cualquier caso (un mantenimiento regular, una descongelación o una avería), es imperativo disponer de los medios para reubicar las vacunas en otra unidad durante la intervención. La reubicación puede hacerse utilizando medios pasivos como las cajas de frío. Por consiguiente, contar con inventarios precisos y piezas de repuesto básicas son clave en el sistema de mantenimiento de la cadena de frío.

Cualquier anomalía en el funcionamiento, mantenimiento o reparación que se realice debe quedar reflejada a través de informes. Esto permitirá tomar las decisiones correctas cuando una unidad concreta no sea fiable y haya que revisar el razonamiento que hay detrás de la selección de determinados modelos o tecnologías en un contexto determinado.

Tenga en cuenta que algunos tipos de equipos de monitorización de la temperatura funcionan con batería. Estos dispositivos contienen una batería no reemplazable con una vida operativa mínima de 2 años a partir de la fecha de activación. Es esencial incluir la sustitución de esos dispositivos como parte de su programa rutinario de mantenimiento preventivo.

Retirada del servicio y eliminación

La retirada del servicio y eliminación son las últimas etapas del ciclo de vida del equipo de la cadena de frío. Cuando el equipo quede técnicamente obsoleto o los costes de reparación y mantenimiento sean superiores al valor restante del equipo, se deberá considerar su retirada del servicio y eliminación.

Existen varios métodos de eliminación en función del grado de obsolescencia del equipo de la cadena de frío: irreparable, ineficaz para las vacunas, costoso, excedente por reducción de la escala de las operaciones, etc. Los métodos más comunes de eliminación son: donación, traslado, venta, reciclaje (recolección de piezas de repuesto) o destrucción.

Se recomienda la elaboración de una política de retirada del servicio y eliminación, así como de las directrices y herramientas prácticas. Debe proporcionar orientación sobre:

  • La vida útil prevista del equipo para obtener el mejor rendimiento y rentabilidad.
  • Presupuestar los costes de la retirada del servicio.
  • El proceso de la decisión y los pasos administrativos sobre los activos que se retiran del servicio (consideraciones, responsabilidades y trazabilidad).
  • Los canales de eliminación disponibles y los criterios de decisión.
  • Los medios humanos y técnicos disponibles (para el embalaje, la carga, el transporte, etc.).
  • Consideraciones medioambientales.

Los equipos de la cadena de frío obsoletos pueden ser peligrosos para las personas y el medio ambiente. Por lo tanto, el método de eliminación aplicado debe tener en cuenta por lo menos los siguientes aspectos:

  • El equipo de la cadena de frío podría haberse utilizado para fines de laboratorio, almacenando sustancias potencialmente infecciosas como: material biológico, sangre y fluidos corporales o excrementos. En tales casos, la descontaminación debe ser realizada por un técnico capacitado.
  • Los refrigeradores de tipo compresión están cargados con un fluido refrigerante que tiene un alto potencial de calentamiento global. El refrigerante puede ser recuperado, destruido, reciclado para su venta o almacenado de forma segura para evitar emisiones.
  • Algunos refrigeradores y congeladores pueden tener componentes de metales pesados que deben ser retirados de manera segura antes de su eliminación final.
  • También es necesario establecer planes para la eliminación segura de los dispositivos de monitorización de la temperatura usados. Lo ideal es que se reciclen de acuerdo con las regulaciones locales porque contienen materiales valiosos, algunos de los cuales pueden ser tóxicos. Los dispositivos electrónicos comercializados en la Unión Europea se marcarán generalmente con un símbolo de advertencia que indique que el producto no debe enviarse a un vertedero.
  • El equipo solar (paneles y baterías) debe gestionarse por separado con su propio procedimiento de evaluación y eliminación.

Para más información sobre la retirada del servicio y la eliminación, consulte la guía de UNICEF sobre la retirada del servicio y eliminación segura de equipos de la cadena de frío.

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